01 noviembre 2006

A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.

Cuando lo más lógico sería sacar la religión de la escuela pública y de la financiada por recursos públicos dejándola como una opción personal de las familias, que cada cual en relación con su credo envié a sus hijos a la iglesia, sinagoga, mezquita o centro religioso de su elección, para que reciban las enseñanzas que crean oportunas y que de una vez por todas la educación pública sea laica, el Gobierno de izquierdas del PSOE se lía la manta a la cabeza y en un giro de progresismo que marea tiene previsto ofrecer tres opciones: religión católica, “Historia y cultura de las religiones”, y la imprecisa “Atención educativa” para aquellos que no deseen ni una cosa ni la otra. Para liarlo un poco más pretenden que tanto la religión católica como la Historia y cultura de las religiones, serán evaluables entrando en el computo de asignaturas suspensas para repetir curso, demencial, pero más sorprendente es que la “Atención educativa” no lo será, aunque lo que más me preocupa es que harán con nuestros hijos durante la atención educativa, seguramente nada, los dejarán a su aire como apestados fuera del sistema.


Cada día que pasa voy viendo como las ilusiones de libertad y progreso que sentimos muchos al llegar al gobierno el PSOE se van por el retrete, tenemos una oposición de vergüenza que no duda en utilizar cualquier medio rastrero e indecente, no duda en retorcer la verdad o lo que sea, con tal de intentar arañar algún voto al PSOE y si esta presión no fuera suficiente, la iglesia católica insiste en presionar para intervenir en las decisiones del ejecutivo en relación con sus privilegios de siglos y el gobierno se acojona, recula y con disimulo concede lo que los obispos quieren, dinero, que la religión católica sea evaluable.


Señora ministra Cabrera, la educación es de su competencia y como tal tiene que velar porque tenga la mejor calidad posible, algo que no ocurre en estos momentos en la educación pública, es su obligación, pero las religiones no son educación, son creencias personales de cada cual y como tal de índole privado, algo que debería quedar fuera de la escuela pública.


Entiendo que las presiones deben de ser muy fuertes, pero están donde están, entre otras cosas por que lo hemos querido la mayoría de los ciudadanos y no pueden seguir defraudando nuestras expectativas.


A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar y cada cual que se preocupe de sus creencias en lo privado.


1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Se han bajado miserablemente los pantalones ante el clero.

    A mi me tienen más quemado que el tubo de escape del challenger, con tanto vaivén, que unos días se levantan con medidas sociales y otras con medidas reaccionarias, y al final van a conseguir mosquear a todo el mundo.

    En política no se puede contentar a todos, pero un ejercicio de coherencia con lo que propugnaban hace dos años, no estaría de más. Sobre todo en lo del laicismo de la vida pública... joder... me suena ahora tan a pamplinas...

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