Tenemos toda clase de obligaciones desde el mismo momento en que nacemos y no nos dejan nunca, primero son pequeñas obligaciones y según nos hacemos adultos van aumentando de categoría, la mayoría de ellas nos caen del “cielo” como quien no quiere la cosa y algunas nos las buscamos nosotros mismos, no importa que huyas, te encuentran y te someten.
Toda mi vida he intentado no asumir responsabilidades innecesarias, pero no importa nuestros actos nos empujan y la mayoría de las veces no calculamos las consecuencias y a lo hecho, pecho, o mucho peor aún sin hacer nada te implican los sentimientos, la familia, los amigos y vuelves a asumir cargas que ni te van ni te vienen, pero mi manera de ser me impide ignorarlas.
No todo van ha ser alegrías, aunque ya me gustaría, hoy estoy un poco obtuso, no he dormido bien, mi niña pequeña tiene problemas para dormirse, tal vez por el calor y se obsesiona con que no puede dormirse y es una rueda que alimenta su odsesión, me preocupa, mañana ya veremos.
Toda mi vida he intentado no asumir responsabilidades innecesarias, pero no importa nuestros actos nos empujan y la mayoría de las veces no calculamos las consecuencias y a lo hecho, pecho, o mucho peor aún sin hacer nada te implican los sentimientos, la familia, los amigos y vuelves a asumir cargas que ni te van ni te vienen, pero mi manera de ser me impide ignorarlas.
No todo van ha ser alegrías, aunque ya me gustaría, hoy estoy un poco obtuso, no he dormido bien, mi niña pequeña tiene problemas para dormirse, tal vez por el calor y se obsesiona con que no puede dormirse y es una rueda que alimenta su odsesión, me preocupa, mañana ya veremos.
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